domingo, 15 de septiembre de 2019

5ª andaina desde Neda á Romaxe do Casón ( Ortigueira). 70 Km a pie.


De Neda a la Romaxe do Casón ( San Adrián de Veiga - Ortigueira ). 
70 Km. a pie todo por la costa.
18 horas caminando.


En el año 2009 hice mi primer viaje de Neda a la Romaxe do Casón. Esta primera vez lo hice por la carretera general pasando por San sadurniño, Moeche, Cerdido y Mera, que eran 36 Km.
Aún me acuerdo que iba por Moeche, llovia bastante, llevaba un plástico chubasquero de esos que usan los peregrinos, y pasaban de vuelta hacia Ortigueira los compañeros del 061 en la ambulancia, en concreto me acuerdo que iba conduciendo Cristina. Se ofrecieron para llevarme hasta Mera, agradecí la invitación pero decliné la oferta. Fue mi primera experiencia en este tipo de andainas orteganas
Durante tres años más, 2011, 2012 y 2013, volví de andaina a la Romaxe, pero en este caso por el antiguo camino a San Andrés, que era por donde iban los peregrinos a pie desde la zona de Ferrol, donde se conoce también a San Andrés como  San Andrés de Lonxe. Esta ruta va bastante recta cruzando por los montes, pasando por Las Forcadas, Porto do Cabo, Sisalde, A Veciñeira y metiéndose en La Capelada hacia San Andrés. Esta ruta tiene unos 54 Km. de recorrido.
Por diversos motivos, un año por que el día de A Romaxe se casaba mi hijo Josué, algún año más por el mal tiempo y alguna vez por motivos de trabajo,  no hice más esta andaina desde el año 2013, pero ya tenía muchas ganas de volver a repetirla.
Ya hace unos meses empecé a recabar información para poder hacer este viaje todo por la costa. Saldría de mi casa en Neda por la carretera del Trece hasta Valdoviño, donde me metería por una carretera que va todo por la costa pasando por Pantín, O Baleo, llegando a Vilarrube. Aqui por la carretera general llegaría hasta la villa de Cedeira.
En Cedeira ya me metería desde la Capilla de San Antonio de Corveiro hasta San Andrés de Teixido todo por caminos pegados a la costa, y después de alli hasta la Romaxe do Casón en San Adrián de Veiga cruzando la majestuosa Serra da Capelada.
Ante esta decisión de hacer esta ruta, recibí varias broncas de la  Santa y de mis hijos, comprensibles por otro lado dada la edad del caminante, también habia mucha gente que me decía que eso era una barbaridad. Yo sabia que era mucho, pero no sabia antes de hacerlo, que era tan duro.
Pero la decisión estaba tomada y gracias a Dios estoy aqui en perfecto estado para poder contároslo.

Dedico esta andaina y este pequeño reportaje a mi nieto Pablo, con la ilusión de que dentro de 30 o 40 años pueda decir un día, " voy a hacer lo que hizo mi abuelo, que en paz descanse". Entonces ya todo será diferente, posiblemente la técnología llegará a cotas que ni ahora nos podemos imaginar, pero habrá cosas que no cambiarán, como esta costa tan maravillosa. La playas de A Frouxeira, Pantín, O Baleo y Vilarrube seguirán en su sitio.  Punta Candieira, el Monte Tarroiba, los acantilados de San Andrés y la majestuosa Capelada, seguirán ahi resistiendo el paso de los milenios.

 Después de dormir tres horas, llegó el momento . Son las 01.00 horas del día 14 de Septiembre de 2019. Ya no hay nada que pensar, ya no hay marcha atrás, ¡ pues adelante !. Hace una noche maravillosa, con 17 º y Luna llena.

 
Salgo de Casadelos en Neda y me dirijo a la carretera del Trece en dirección a Valdoviño.

Tengo que decir que las imágenes que aqui voy a poner, desde la salida hasta llegar a  Cedeira, fueron tomadas al día siguiente al del viaje (excepto una ), ya que como dije antes, salí a la 1 de la madrugada y anduve de noche durante 7 horas.
En la foto, la ría en la desembocadura del río en  Xuvia.



Carretera a Valdoviño CP-5404, esa es la dirección que tomo.




Ya estoy llegando a Valdoviño . Todo tranquilo en la carretera, solamente los perros ladran cuando paso . " Maria , ladrou o can esta noite, debeu de andar por ahi o porco bravo " .Esta podría ser una conversación mañanera en una de las muchas casas por la que pasé y ladraron los perros.


Llego a Valdoviño a las 03.30 horas. En la foto la Puerta del Sol.

En Valdoviño, después de comer algo y descansar los pies, cojo la carretera que va a la playa, y a 400 metros me desvio a la derecha por otra que me llevará a la carretera de la costa.

Siguiendo por esa carretera al poco tiempo ya veo el mar.

Dejo a la izquierda la playa de A Frouxeira

Me desvio a la izquierda, hacia el miradoiro do Paraño, que se encuentra ya en la carretera de la costa.

 Ya en el miradoiro do Paraño, con la playa de A Frouxeira al fondo.

Acantilados desde O Paraño

Dejo O Paraño y sigo por la carretera de la costa hacia la playa de Pantín. Me siguen, a la luz de la linterna, unos pájaros no muy grandes ( del tamaño de un mirlo ) que se posan en la carretera, con ojos grandes y brillantes. Dejaban que me acercara a ellos a un metro, antes de volver a emprender el vuelo. Cuando averigüe que pájaros son, os lo diré. 
Nota del 18-9-2019 -  Bueno , en menos de 24 horas ya me solucionaron mi desconocimiento sobre el pájaro de el que os hablaba. Después de leer este reportaje, Loli Cortés se lo envió a Manuel del Souto, que por mi descripción, supo que pájaro era. Era un Chotacabras gris.
Gracias a los dos por la colaboración.

Este es el enigmático y precioso pájaro  que me seguia cuando de noche iba por una pista entre Valdoviño y Pantín. Está a punto de marchar ahora para Africa subsahariana.

Acantilados, mientras me voy acercando a Pantín

Pantín ya está cerca . Me acuerdo que cuando mis hijos eran pequeños, ibamos a esa playa, y llegado a este sitio, donde parece que la pista termina y te vas a caer al mar, se ponian a gritar.

Mi ruta en este plano, pasando por las playas de Pantín , Porto Carrizo y O Baleo

Bajando ya a la Playa de Pantín

Esta pequeña playa, pegada a la playa de Pantín, me trae grandes recuerdos. Fue donde mis hijos pasaban muchas tardes playeras de verano, desde pequeños hasta la adolescencia. ¡¡ Cuantos viajes tenemos hecho a esa playa !!. Se lo pasaban muy bien. Todos en la playa éramos como de la familia, ya que nos veíamos año tras año y cada uno ya tenía su sitio fijo. ¡¡ Que tiempos !!.
Si hace 20 años, mientras me bañaba en esa playa, me dicen que 20 años más tarde, ya entrando en la vejez, iba a pasar por alli andando a las 5.00 de la madrugada camino de San Andrés de Teixido y O Casón en Ortigueira, no me lo creo.

 Cruzando la playa de Pantín por una pista que la separa del carrizal. Como información curiosa, el carrizal de Pantín es el más grande de Galicia.

Dejo atrás la playa de Pantín y voy buscando la pista hacia la playa de O Baleo

Muy cerca de Pantín se encuentra la hermosa playa de O Baleo.

Una esquina de la playa de O Baleo. Sigo andando de noche sin encontrame nada raro. Vivimos en un país muy seguro, donde una persona puede ir sola por la noche andando por sitios apartados, sin miedo a ser molestado. Todo un privilegio.

Sigo subiendo y dejo a la izquierda la playa de O Baleo.

Llego al miradoiro de Oural, encima de la playa de O Baleo.

Os comenté antes, que solamente habia una foto hecha por la noche antes de llegar a Cedeira .Aquí estoy en el miradoiro de Oural. Como podeis ver, habia una noche muy clara, de Luna llena total . Ved como refleja en el mar. Serían las 5.30 de la mañana.

Preciosa vista de la playa de O Baleo desde el miradoiro de Oural

Desde el miradoiro de Oural


Sigo camino a Vilarrube 

Cuando pasan los kilómetros y ya te empiezan a doler los pies, te empiezan a entrar dudas y tentaciones. ¿ Iré por el recorrido A 
( azul)? , se adelanta bastante, te dices. 
NO, dije que iba todo por la costa, siempre que hubiera paso, y voy a ir por la costa . No quiero hacerme trampas a mi mismo ni tampoco a los que me leen.
Seguí por la ruta en rojo, pasando pegadito a la costa, pero sin poder verla, ya que me lo impedían los eucaliptos que están practicamente plantados hasta el mar. A pesar de tantos árboles podía ver las luces del puerto de Cedeira, que estaban muy cerca , pero a nado ( ruta B ). Aún tenía que dar una vuelta muy grande ( como podeis ver en el siguiente mapa ) para llegar a Cedeira, aunque desde alli lo viera tan cerca.

Esta es toda la vuelta que tenía que dar para llegar a Cedeira. El trayecto que veis hay que hacerlo por la carretera general. Aunque la costa y la playa quedan muy cerquita,  no hay otra manera de pasar.

Termino el camino de costa, saliendo del eucaliptal que os mencioné antes y veo ya la playa de Vilarrube

Habia que reponer fuerzas para llegar bien a Cedeira. Me senté en esta parada de bus, comí un plátano, bebí agua y miré los pies a ver como iban. De momento ninguna ampolla . Volví a echar crema a los pies y me puse rumbo a Cedeira.

Playa de Vilarrube con marea muy baja y Cedeira al fondo

Esta ya es una foto real de ese día. Estaba amaneciendo cuando llegué al alto, donde está el Restaurante Sálvora. Cojo una pista, al lado de ese restaurante,  que baja directamente a la playa de La Magdalena . Minutos antes ya venía pensando en meterme en el agua, y así lo hice . Me descalcé y con la mochila al hombro y calzado y bastones en las manos, me puse a andar, con el agua hasta la rodilla, hacia el otro extremo de la playa. No hay mejor alivio y antiinflamatorio para piernas y pies que el agua salada y fresquita del mar, y al andar dentro del agua vas recibiendo un reconfortante masaje. Cuando llegué a la mitad de la playa subí hacia el paseo marítimo donde en una fuente quité la arena de los pies, volví a darles crema  y a calzarme para continuar.

En Cedeira me estaba esperando mi amigo Germán, que trabajó varios años en el Banco Pastor de Mera, donde trabajó también su hija Natalia. De ahi viene nuestra amistad.
Siempre le da gusto al caminante solitario encontrar un amigo por el camino. Germán muy amablemente me invitó a tomar algo. Era tanta la sed que tenía, que aunque eran las nueve de la mañana, pedí un tercio de Estrella Galicia bien fria . ¡¡ Que bien me supo !!. Es la primera vez en mi vida que tomo una cerveza para desayunar.
Estando en ese bar con Germán pasó por alli haciendo deporte su hija Natalia, que también vino a saludarme. Gracias a los dos.

Me despido de Germán y abandono Cedeira, y aqui empieza lo peor, por dificil y por desconocido.

Plano del comienzo de la ruta desde Cedeira


La mayoría conoceis este sitio de Cedeira , El Kilowatio, con su estupendo marraxo y esos calamares tran crujientes . Bueno, por esa calle empinada con escaleras, que vemos a su izquierda, es por donde empiezo la que podría ser la  tercera etapa de mi viaje.
Son las 9 de la mañana. Ya es de día . De aqui en adelante todas las fotos son de ese mismo día.

Salgo de la villa de Cedeira y una buena cuesta me espera para llevarme a la Capilla de San Antonio de Corveiro.

Un trozo era pista de monte

En pocos minutos llego a San Antonio de Corveiro, en lo alto, sobre la entrada a la ría de Cedeira.

Cruceiro en San Antonio de Corveiro

Entrada a la ría de Cedeira

Desde San Antonio se puede ver Prior y A Frouxeira 

A 1 Km. de San Antonio de Corveiro, dirección Trasmonte, dejo la carretera y me adentro por una senda en el monte. No volveré a pisar el asfalto hasta llegar a Punta Candieira.
Empiezan unos paisajes maravillosos, ya que esta senda va, en la mayoría del trayecto, muy pegada a la costa.

Vuelvo a poner este mapa. Viajaré por la parte posterior de la montaña, pegado a la costa, dejando la aldea de Trasmonte a mi derecha. 

Empieza un paisaje precioso

Preciosos acantilados

Buenos robalos habrá en esos acantilados

Que grande es lo que tenemos

El camino en este punto va totalmente pegado al borde del acantilado

Estoy llegando a la altura de Trasmonte

Dejo esa aldea a mi derecha a bastante distancia. Este lugar es ahora un  rueiro de estupendos chalets de veraneo con unas vistas impresionantes al mar,

Sigo mi camino por el monte en dirección al faro de Punta Candieira

Y sigo, como podeis ver , muy cerca de la costa.

Hasta aqui no me puedo quejar del camino, es un camino de monte en bastante buenas condiciones.

¡¡ pero ya vendrá lo malo, y yo en este momento aún no lo sabia !!.
Ahora vamos a disfrutar de unas fotos que tomé antes de llegar al faro de Punta Candieira 







  



Me estoy acercando ya a Punta Candieira

Ya llegué al Faro de Punta Candieira

Otra vista del Faro

Os comenté cuando salí de San Antonio de Corveiro que no volvería a pisar el asfalto hasta llegar a Punta Candieira, y así fué. Pisé cuatro metros de asfalto para cruzar la carretera que baja al faro y pasar al otro lado para incorporarme de nuevo al monte.

En este lugar, cerca del faro , paré a comer algo y reparar un poco los pies. Como podeis ver no era el único que me estaba alimentando.

Como os decía, cruzo la carretera que baja al faro y me incorporo a este camino, que al principio tenía buena pinta, pero la cosa engañaba , porque os puedo segurar que a partir de aqui vino lo peor de mi viaje, entre otras cosas, porque ya llevaba más de 40 Km. en los pies.

Empiezo a subir la montaña y dejo atrás la carretera serpenteante que baja al faro.

Sigo subiendo la montaña y veo abajo el faro.

El camino se hace más empinado y empieza a ser un poco dificil de andar ya que tiene muchas piedras sueltas.




Llego al Monte Tarroiba que está a 370 metros de altura.

Cuando llegas al Monte Tarroiba empiezan los problemas físicos, pero también psicológicos . Ves que San Andrés está enfrente, al otro lado del mar, ya que está en medio la Enseada das Cortes y parece muy dificil llegar hasta allí y te preguntas,
¿ pero cuantas montañas tengo que subir y bajar hasta llegar allí?.
Pues varias.
Ves que la pendiente  es muy grande y sobre todo ves el estrecho sendero lleno totalmente de piedras sueltas y empiezas a sufrir.
Hay que bajar despacio y con mucho cuidado. Un esguince en un tobillo o una fractura te puede dejar tirado, y solamente un helicóptero podría sacarte de allí, pero ya no hay marcha atrás.
Me armo de valor, porque no queda otra, y empiezo a bajar ese sendero infernal.

Podeis comprobar que no exagero nada. Una pendiente como mínimo del 10% en un camino lleno de piedras sueltas.

Ahi abajo la Enseada das Cortes

Realmente impresionante

Con mucho esfuerzo y sin lesionarme mucho dejo atrás el Monte Tarroiba


El sufrimiento valió la pena .






Sigo el dificil camino cerca de los acantilados y veo como desde el mar sube una fresca niebla muy agradable, sobre todo cuando vas medio muerto.

Parece que el camino se va suavizando. Bebo la última agua que me queda.

Bueno , suavizando es mucho decir.

Voy dejando atrás los acantilados de la Enseada das Cortes

No hay palabras que puedan describir esto.

Formaciones geológicas increibles

Siento que cada vez me encuentro más cerca de San Andrés. Sigo sin agua y hace bastante calor.


Me estoy acercando a San Andrés. Me encuentro de frente con grupos de gente del Club de Montaña de Ferrol que van hasta Cedeira. Veo a gente conocida de mi trabajo y también algunos vecinos. Toda una sorpresa.
Veo que no llevan mochila, solamente un poco de agua. Me dicen que tienen un punto de avituallamiento cerca de donde estamos.
Me da eso mucha alegría, ya que seguro no tendrán problema en facilitarme agua.


Doy las gracias a la gente del Club de Montaña de Ferrol que me dió muy amablemente agua y fruta . Uno de los miembros de ese grupo era un antiguo vecino de Casadelos ( Neda), que hacía muchos años que yo no veía y que no reconocí . Él si me conoció y muy amablemente se identificó.
Gracias Antonio. 

Bajo a San Andrés, desde el miradoiro de Chao do Monte ( donde hay unas antenas), lugar donde  estuve con la gente del Club de Montaña de Ferrol. Bajo por la llamada Costa pequena, donde está el Amilladoiro de Cedeira.
La bajada es infernal. Una pendiente tremenda llena de piedras sueltas por todos los lados . Ya la bajé en otras ocasiones, pero cada vez la veo peor, o será que yo voy más viejo.


Después de mucho sufrimiento llegué a San Andrés, y antes de nada tuve que cumplir con un encargo eclesial que me hicieron dos pacientes de Mera, depositar un donativo en la Iglesia de San Andrés. Comparta o no, soy muy respetuoso con las creencias católicas, sobre todo de las personas mayores . Misión cumplida.
Debian de ser las 3.30 de la tarde cuando llegué a San Andrés. Algunas personas que estaban en la Romaxe do Casón sabian que yo estaba yendo hacia ese lugar y pensando en que alguien podía estar preocupado ( otros años llegaba antes ya que el camino era más corto y menos complicado ), llamé a Loly Rey ( su hija estaba en A Romaxe ) para decirle que ya habia llegado a San Andrés y que en tres horas estaría en O Casón.
Me estaba quedando sin batería en el movil.
 Fui a un bar en San Andrés, que está en una antigua casa donde nació un paciente mio de Mera. 
Tomé una cerveza y un helado y repuse agua para que me llegara hasta  O Casón.
Loly se ofrecio por si necesitaba alguna cosa o habia que ir a buscarme. Le dije que le agradecía el ofrecimiento pero  que antes muerto que rendido. Llegué hasta aqui y me quedan 12 Km..
Llegaré muerto pero llegaré. 
Pero cuando estas cerca, tan cansado y te hacen ese ofrecimiento, te entra la tentación. Estás tan cansado que dudas.
No quedan muchos kilómetros y la mayoría de ellos son llanos o en ligera cuesta abajo . El problema es que son las cuatro de la tarde , hace sol y calor y hay que subir desde San Andrés al Campo da Armada, por una gran pendiente . Tres kilómetros que te llevan a  443 metros de altura. Una pendiente de campeonato.
A las 4.30 de la tarde salgo de San Andrés camino del Campo da Armada,  que si no hay problemas me llevará a través de la majestuosa Capelada a la Romaxe do Casón en San Adrián de Veiga en Ortigueira

Dejo San Andrés camino del Campo da Armada. Miro hacia atrás y veo a lo lejos los impresionantes sitios por donde pasé, y me da fuerzas para seguir.
 Los que pasan en coche me miran con compasión.

Subiendo la tremenda cuesta, me encuentro con una hermosa rubia, que como podeis ver, ni caso me hizo.

Poco a poco voy dejando atrás el entorno de San Andrés.

Termino la terrible subida hasta el Campo da Armada y ya me dirijo en llano hasta el final de mi aventura. 
Por el camino me encontré con esta tímida rubia.

Que listos  son los animales, y los de la Capelada aún más, como se puede ver.
No hacen andainas innecesarias como los humanos.

Ya falta muy poco. Voy bajando por el camino de O Castelo do Casón que me lleva a la Pena do Vilar ( tremendo error que ya cometí en otra ocasión, mucha pendiente y camino lleno de piedras. Impracticable.).  Ya oigo la música. Gracias a Dios todo fue bien y llegué sano y salvo.
Muerto, pero sano y salvo.



Llegué a las 19.00 horas, despues de andar durante 18 horas.
Los que estaban allí se alegraron de verme y como siempre recibí todo el cariño y ofrecimientos de comida o lo que quisiera.
Saludé al bajar a María del Mar Piñeiro que estaba en la pista enfrente a la casa de su hermano en la Pena do Vilar  y seguí para el campo de A Romaxe.
Alli saludé primeramente a Yolanda, Pedro, Ana y Diego, que me ofrecieron comida, aunque solamente tenía ganas de beber.
Alli estaba también Alfredo jugando la partida de dominó, y saludé  también a un hijo de Máximo que estaba en esa carpa (no recuerdo ahora su nombre)
Fui despues a visitar la carpa de los de Mera, donde pude ver a muchos de mis pacientes, que me cortaron jamón y me dieron otra cerveza, y no podían faltar los pestiños ( creo que se llaman así ) de Pilarita.
Las croquetas de Anita la de Moreno, una maravilla. De varias texturas y sabores.
Saludé también a José Antonio y Carmen de Quintá, a Aneiros de Mineixa, Antonio Piñon , al hijo, nuera y nieta de Catula, a la hija de Isabel Tojeiro y su marido, Victor Fojo, Ángeles de As Cascas y Antonio su marido, Telleira, Pedro de la estación,Verónica Casal su hija, Antonio Breijo de san Claudio, Montse la hija de Javier de Fraguio, a  Ricardo, a Pilar y Manolo Novo, a Luis, a Juan y Teresita, a Guillermo y Marichu, a las hijas de Roberto, a Anita, a Modesto y Pilarita, a Manuel Novo ( hijo), a la hermana de Teresita, y alguno más que ahora mismo no me doy cuenta.
Después me enteré de que habia otras carpas en otro lugar con alguna otra gente conocida. Me hubiera gustado saludaros a todos pero no vi a más gente conocida, y si que lo siento.
De todas formas me da mucha pena, ya que a la mayoría de la gente que hay ahora en La Romaxe ya no la conozco y también porque faltan muchos, unos fallecidos, otros por enfermedad o porque ya son muy mayores, y otros por problemas familiares.
Gracias a todos por vuestra invitación, vuestro cariño y vuestra preocupación por mi viaje.


Con pacientes y amigos de Mera

Manuel cortando jamón

Chicas de Mera

José Antonio y Carmen en primer plano, junto con otros pacientes y amigos.

C O N C L U S I Ó N

Fué una tremenda experiencia, sobre todo para un sexagenario como yo.
Hice esto sobre todo como un reto personal, y lo conseguí.
Hablando ese día, al llegar, con Diego, el hijo de Yolanda y Pedro, un buen deportista y un tipo correoso y fuerte , llegamos a la conclusión que hay cosas que solo los músculos no pueden solucionar, si no estás mentalizado y psicologicamente preparado.
Yo llevaba esta ruta en la cabeza, la habia estudiado muy bien, aunque después me llevé sorpresas, ya que la dureza en muchos tramos era mayor de lo que yo pensaba.
Pido disculpas a mi Santa, a mis hijos , al resto de la familia y a varios amigos y pacientes porque estuvieron preocupados por mi por si me pasaba algo en el dificil camino .
Tengo que decir que iba preparado con Cafinitrina, Adrenalina, Urbasón y Polaramine por si tuviera problemas de corazón o picaduras graves de Velutina.
Os prometo a todos que esta ruta completa no la voy a hacer más.
Gracias por todo.

Termino este relato en Neda, a las 16.00 horas del 17 de Septiembre de 2019

Continuará....